Testimonios

"En mi trabajo pisé un clavo oxidado. Al principio, no le di mucha importancia, pero a causa de mi condición diabética, se convirtió en una situación potencialmente mortal. Los médicos me dijeron que tendrían qué amputar a mi pierna. Y después de la cirugía, me enteré de que el seguro de mi empleador estaba rechazando mi petición. No sólo me quedé discapacitado, sino que tambien me quedé sin una manera de sustentarme. Contraté a Las Oficinas Legales de Gilbert Maturino, y ellos inmediatamente investigaron el sitio en donde yo trabajaba, comprobando que sí fuí lesionado en el trabajo. Ahora, estoy recibiendo compensación mensual, el mejor tratamiento médico posible, y estoy haciendo planes para mí futuro. Gracias por creer en mí cuando todo parecía sombrío."
Caso, Juan H.